¿Psicoanalista cristiana? Entrevista con Ivka Itzak

 De los enemigos más grandes que ha combatido el evangelicalismo en los últimos tiempos desde púlpitos y seminarios bíblicos, es el legado de Sigmund Freud, un médico austriaco y filósofo del siglo pasado que ha impactado el pensamiento contemporáneo con sus tesis y teorías del comportamiento humano, proponiendo posturas que resultan como mínimo escandalosas para el tradicionalismo religioso, especialmente en el campo de la sexualidad y las enfermedades mentales.

Es por eso que encontrar expresiones como la que enarbola Ivka, es una rareza de nuestros tiempos, debido a que difícilmente, alguien del común pueda imaginar que tanto el cristianismo, como el psicoanálisis sean compatibles o por lo menos reconciliables. Así que hablé con esta joven psicóloga judio-argentina, quien además es teóloga y escritora emergente, dándose a conocer en medios latinoamericanos por sus revolucionarias posturas y quien, a pesar de no sentirse nada identificada con el adjetivo ‘cristiana’ por considerar este movimiento colonizador e invasivo usando la violencia, profesa una sólida fe adventista. Algo que en principio podría resultar paradójico, pero que al final dibuja la claridad de sus pensamientos y palabras.

Puede resultar completamente fascinante intentar entender la manera como la fe y la influencia de Freud, Lacan y otros filósofos, ha construido la estrategia de esta profesional que públicamente se presenta detrás de un seudónimo, pero que a la vez, desnuda el alma con sus letras.

¿Quién está detrás de Ivka Itzak?

Una chica de herencia judeo-protestante que se sintió llamada al psicoanálisis como teoría liberadora. Fui criada en la iglesia adventista, mis padres antes de convertirse eran pseudo intelectuales de izquierda. Mi padre me transmitió los parámetros judíos culturales, pues los suyos no fueron religiosos, para nada. Así que hay cosas y ciertos berretines que comparto con la comunidad judía.

También participé de un ministerio de la iglesia adventista, destinado a descendientes de judíos que intentan conservar la tradición, aunque crean en Jesús.

Por otro lado, al moverme entre mis colegas psicoanalistas judíos, me siento a veces más identificada con ellos que con muchos religiosos. Freud dice que la identidad es inconsciente y hay cosas que me atraviesan, lo desee yo o no.

¿Se podría decir entonces que Ivka es  Judio-Mesiánica?

No exactamente. Sí creo en Jesús y sí me identifico con la cultura judía, pero no creo en la sacralidad de los ritos, sino que estos son culturales, nos dan identidad. Me costó mucha terapia aceptar mi herencia judía y reconciliarme con ella, la tenía medio negada.

¿Cómo es que la iglesia adventista se interesa en que las culturas conserven sus raíces culturales?

La iglesia adventista tiene varios ministerios destinados a distintas culturas en los que se brega porque no abandonen su manera de adorar, no colonizar, sino que puedan vivir sus ritos, resignificándolos a la luz de las escrituras y el mensaje de Jesús. En Medio Oriente inclusive hay mezquitas adventistas, que con el Corán estudian los mismos preceptos que nosotros con la Biblia. En Buenos Aires existe también, por ejemplo, una iglesia coreana en la que la gente se descalza al entrar y predican en su idioma.

Desgraciadamente cuando se evangelizó Sudamérica no se tuvo en cuenta a los pueblos originarios y se tomó al catolicismo como base, y es una gran crítica que yo hago, pero los estudios etnográficos en aquella época no existían, estamos hablando de principios del Siglo XX; así que la etnografiá y la teología casi no se llevaban.

¿Qué fue primero, el cristianismo, el judaísmo o el psicoanálisis?

Digamos, usando el modelo de series complementarias de Freud, que el judaísmo está en la prehistoria, en los discursos que anteceden nuestro nacimiento, pero aún así forman parte de nuestra historia, en particular su nomadismo, marginalidad y cultura subversiva, disruptiva. El protestantismo está en mi historia infantil, mi educación, mi manera de aprehender el mundo, basada en la justificación por la fe, y sobre todo el amor a Jesús, el psicoanálisis vino a resignificar las dos cosas de una manera muy inesperada, un matrimonio de juventud, ¡muy enamorada que dura hasta hoy! Fue muy loco, algo así como caí en el psicoanálisis.

¿Por qué usar un seudónimo?

¿Mi nombre artístico?

¿Nombre artístico?

Es una construcción artística, más que científica.

No considero positivo que los pacientes conozcan la religión del analista. Indagamos detalles muy íntimos, difícilmente un paciente te cuente una fantasía masturbatoria si sabe que sos religioso. Por otro lado hay que respetar cierto marco epistemológico y de roles que se verían muy confundidos. Y me refiero a nombre artístico, porque mis construcciones como Ivka, son teológicas pero desde el arte. Nunca estudié teología pastoral. Mis estudios son independientes y uso herramientas semióticas del psicoanálisis.

¿Por qué Ivka Itzak?

Quería conservar el apellido judío ashkenazí e Ivka es Juana en ruso. Hay muchas Juanas feministas en la historia, Juana de Arco, Juana de Ibarborou, Juana Azurduy; así que quise homenajearlas a ellas, pero Juana Itzak no pegaba para nada.

¿Por qué conservar ese apellido?

Por una cuestión de identidad, supongo, no lo reflexioné tanto. Lo estoy pensando ahora con vos. Si vas a la Biblia, los nombres tenían que ver con quienes eran las personas, y yo siento que mi herencia migratoria en general, me ha dado cierta marginalidad intelectual con la que me siento muy identificada.

En el adventismo soy marginal por el feminismo y el psicoanálisis, en el psicoanálisis y el feminismo soy marginal por tener creencias religiosas, y en el judaísmo soy marginal por creer en Jesús. Y los judíos siempre han venido a romper estructuras anteriores de pensamiento, justamente porque nunca han formado parte del status quo.

¿Cómo se logra encontrar una sinergia en medio de dos filosofías que en principio parecieran antagónicas como la fe cristiana y el psicoanálisis?

Yo creo que tuvieron que existir el judaísmo y el cristianismo para dar luz al psicoanálisis. De hecho, no considero casual que Freud haya sido judío. La semiótica psicoanalítica es muy similar a la bíblica, uno de los primeros en notarlo fue Erich Fromm. Por otro lado, el psicoanálisis es muy parecido al cristianismo; es amor hacia el otro, confrontándolo con su búsqueda de hacerse daño y de ser egoísta. La justificación por la fe, es una doctrina de vínculos, los vínculos son lo más importante. El psicoanálisis es la teoría que dice que todo se arregla mediante los vínculos.

¿Pero el rechazo de las comunidades cristianas hacia Freud y su visión frente a la sexualidad no se convierte en fuente inagotable de problemas?

Sí, mucho, !Y me encanta! ¿Sabés que hace un tiempo un psicólogo adventista me dijo que estaba orando para que yo dejara esa teoría del diablo? (Risas). Te cuento cómo llegué al psicoanálisis. Yo estaba estudiando en un colegio denominacional [adventista], y bueno, estaba toda esta cuestión del llamado de Dios, de la misión de uno en la vida, etcétera, etcétera. Bueno, yo creo mucho en eso hasta ahora, creo que Dios quiere que arreglemos el mundo desde ahora, y para eso usa nuestros gustos y talentos.

Yo había decidido que quería estudiar psicología, casualmente porque me asqueaba el fanatismo. Yo decía: Acá hay algo más que cuestiones espirituales, esta gente no necesita una iglesia, necesita alguien que le trate la locura (hoy me doy cuenta que una cosa no tiene porqué quitar la otra, pero en esos momentos pensaba así). Por otro lado, había descubierto que me gustaba mucho leer sobre eso, y escuchar al otro. A partir de allí, como ya te mencioné, decidí que iba a estudiar psicología en la universidad denominacional. Y aunque todos me decían que el nivel académico era horroroso, me seducía que que era limpiecita, cuadradita, como yo estaba acostumbrada en mi ambiente protestante.

El plan era el siguiente: Yo había ganado una beca para estudiar inglés en Estados Unidos durante un año, pero mis padres tenían que pagar el pasaje, pero por otros gastos que aparecieron en mi familia, ellos finalmente no pudieron afrontar ese gasto, así que mi plan se convirtió en estudiar un par de años en la universidad pública y luego cambiarme a la denominacional. En el colegio religioso me habían hablado pestes sobre el psicoanálisis, me dijeron que era caro, que las obras sociales lo prohibían, que no se podía y que la moda era lo cognitivo conductual. Yo entré con esa idea a la facultad… ¡No te imaginas el quiebre que fue! En la facultad pública era todo psicoanálisis, y yo decidí primero escuchar y luego ver hasta qué punto aquello me resultaba poco ético o no.

Sin embargo, cuanto más lo estudiaba, más se parecía a las cosas que yo había aprendido en las clases de Biblia en la secundaria; el apoyo, la contención, no juzgar al otro, querer al otro como sea, ¡hasta inclusive la visión profética anti-sistema imperial del adventismo, congeniaba muy bien con lo que decía Lacan y Foucault sobre los sistemas autoritarios!

Lamentablemente hoy siento que es una conversación de sordos; del lado protestante generalmente es: Psicoanálisis no, sexo, sexo, caca. Y del lado del psicoanálisis es: No, religión, caca, caca, caca. Bueno, luego de comparar los programas de estudio (en la pública tenía literalmente el doble de horas de cursada), y aparte de algunas cosas que arreglé en oración con Dios y con situaciones de la realidad que me guiaron, decidí terminar en la universidad pública. Por otro lado, debo decir que en ningún ambiente me sentí tan aceptada y querida como en la universidad pública. El nivel de violencia simbólica de las instituciones religiosas es algo que hace mucho mal, y agradezco a Dios que me haya sacado de ahí.

Entonces, una vez habiendo aceptado el psicoanálisis, entendí las limitaciones de Freud, ¿Estaba hablando de lo que son las iglesias hoy? ¿De las sinagogas actuales? Por otro lado, comprendí que él era un hombre que creía en los postulados del positivismo de progreso y cientificidad de la ilustración y la modernidad; sin embargo, pese a que hace críticas muy fuertes a las creencias religiosas, hay cosas muy interesantes en sus escritos a favor de la religión, que a ningún intelectual le gusta analizar. Dice, entre otras cosas, que el judaísmo fue un avance de la cognición sobre el instintivo, una inauguración de lo abstracto (lo he expuesto varias veces en mis columnas). Y recalca también que a menos que las religiones empiecen a ofrecer satisfacciones en esta vida, están condenadas a desaparecer, con lo que concuerdo totalmente.

¿A qué cosas de la tradición religiosa Ivka debió renunciar para estar a gusto con el psicoanálisis?

No creo haber tenido que renunciar a nada de la doctrina en sí misma. Sí a la costumbre de meter a la gente en una caja de prejuicios. Los protestantes tenemos la pésima costumbre de ser apologéticos todo el tiempo e intentar decirle al otro lo que debería hacer, de acuerdo a nuestra interpretación de la Biblia, pero yo fui haciendo mi crecimiento espiritual paralelamente a que estudiaba psicoanálisis, entonces siempre comparé las dos cosas de manera activa. Tenía un trabajo extra que mis compañeros de facultad no. Y creo que eso me hizo buena analista porque a lo que he tratado de ser siempre fiel, es a mi búsqueda sincera de la verdad.

Entonces también aprendí sobre lo que Lutero llamaba el sacerdocio universal de los creyentes, y a que cada uno tienen derecho a interpretar la voz de Dios por sí mismo y de hacer lo que esa voz y su conciencia le dicten. Esto es algo que los protestantes sabemos en teoría, pero que en la práctica somos de lo más medievales.

Sí, en muchísimas cosas difiero profundamente en lo que algunos pastores dicen, y particularmente la dirigencia actual de mi iglesia que es muy medieval. Pero mis conflictos son con ideas personales de ellos, no con las doctrinas generales. No estoy de acuerdo con el adventismo en que mi misión sea prioritariamente predicar el evangelio de manera literal. Creo que a veces lo más importante que una persona debe saber es que existe el amor y que la vida es linda, eso es lo más importante del Evangelio, no que Jesús viene pronto.

Si te han torturado en nombre de los Beatles y los seguidores de los Beatles hacen todo lo que pueden para mantenerte en la pobreza y la marginalidad, no querrás escuchar que ¡vuelven los Beatles! Por eso, primero debes aprender que la vida es linda, que el amor existe y que el que cree en el amor, cree en Dios. Reconciliarte primero con el presente, después hablamos sobre el futuro.

¿A qué tuvo que renunciar de Freud para mantener la fe intacta?

Creo que a nada. Lo que pasa es que yo soy más lacaniana. Me distancio tal vez un poco de Freud en su visión lineal sobre la génesis humana. De hecho muchos analistas, siguiendo a Lacan, dicen que todo sobre los orígenes de la humanidad es mito, en realidad no sabemos que pasó. Pero no soy evolucionista, no me parece una teoría lógica, simplemente, aunque tampoco los lacanianos le dan demasiada importancia a la filogénesis, más que como metáfora para entender los síntomas psíquicos.

En todo caso, no diría que fue por mis creencias religiosas, sino porque la evolución me parece altamente improbable y una justificación ideológica a la competencia salvaje del capitalismo, aunque muchos teóricos de los que he leído han tenido que ver con un contacto facilitado por la iglesia. Por último, mi posición hacia la homosexualidad es diferente a la de la mayoría de los adventistas, pero en estos momentos todas las cuestiones de género están en discusión dentro del adventismo, tanto el feminismo más clásico, como los interrogantes de la conflictiva LGTBI.

No creo que ningún teórico cambie mi fe en Jesús, porque es algo que amo y vivo a diario, no veo los credos ni las teorías científicas como estructuras cerradas, sino como marcos a ser revisados constantemente. En ese sentido, no creo que tenga que renunciar a nada por pensar ninguna cosa, aunque no esté de acuerdo con la mayoría.

Hay dos retos inmensos enfrente, y tienen que ver con que tanto el cristianismo, como el psicoanálisis, son considerados como falacias místicas y ficción por un gran sector académico y científico… ¿No es esto estar del lado de los perdedores? ¿Cómo afrontar ese reto? 

Me encanta estar del lado de los perdedores. Todos los profetas lo estuvieron y Jesús dijo que sólo se puede ser feliz de este lado (Bienaventurados son cuando por mi causa los persigan, porque a todos los profetas les hicieron eso).

Lo afronto con mucha alegría y con dolor, según el día. Pero me consuela que soy mezcla de gente que ha salido de nomadismo hacia tierras mejores. Todo por la libertad, soy descendiente de rebeldes, no sólo del lado judío, del lado no-judío tengo anarquistas y vascos, la rebeldía me habita, simplemente es mi identidad.

¿Por qué no presentar cierta defensa a la dupla fe – psicoanálisis?

Escuchen reprimidos, imperialistas, capitalistas, positivistas burgueses, ¡No tienen idea de lo que es el sentido crítico!, ¿no?… 

Lamebotas del imperio, vengan donde está el arte, la diversión y las verdaderas ciencias: las sociales

Perdón a todos mis amigos positivistas, David me tentó y yo caí.
¿Qué influyó para distanciarse de la psicología y alinearse más al psicoanálisis?
La psicología argentina es muy psicoanalítica, sólo en las universidades denominacionales se lo critica. Lo que más influyó fue que probé antes de estudiar de los dos tipos de psicólogos, la diferencia a favor del psicoanálisis fue abismal. Primero lo elegí como paciente, luego como profesional.
¿Usted aplica principios cristianos en sus terapias o se queda exclusivamente con el psicoanálisis?
En el consultorio mi técnica es el psicoanálisis. Por cuestiones éticas, sólo se puede trabajar con la religión del paciente. Si allí encuentra recursos que lo ayudan, no se puede desde el psicoanálisis hacer intervenciones en otros sentidos, o sea, no se puede hacer apología. Tampoco con las ideas políticas.
Te confieso que puedo atender a gente de cualquier religión, pero lo que más me cuesta, es recibir personas que votaron a Macri (risas). Tengo que pedir una dosis extra de paciencia y respeto para eso. Y como te decía, hay muchos principios cristianos en el psicoanálisis.
La otra vez estaba leyendo en un libro de psicoanálisis sobre el amor, que el cristianismo apuntaba a un camino recto, mientras que el psicoanálisis apostaba al ir errando en busca del deseo, y dije, el que escribió esto, no tiene idea de lo que yo creo de Jesús y el cristianismo. La errancia y el nomadismo tienen tradición desde Abraham, pasando por Elías y Juan el Bautista, hasta Jesús. Yo cada día encuentro más puntos en común, pero en el consultorio trabajo, como buena analista, con los principios que trae el paciente y su ideología.
¿Cómo se maneja el tema de las regresiones y otras prácticas poco heterodoxas?
No sé a qué te referís con regresiones. Yo no las veo como una técnica, es una puesta en acto del síntoma. Nosotrxs no la provocamos del todo, es el paciente el que va hacia allí guiado por su inconsciente. Se ha dicho mucho que el psicoanálisis es una escuela del pasado, pero en realidad es una escuela del presente y el futuro también. El paciente cuando está trabajando algo de su historia, no está regresando, está poniendo en acto una manera de vincularse con el otro, una posición subjetiva. Tiene que ver con su estar aquí y ahora en el mundo y con lo que quiere hacer a partir de acá, con su proyecto de vida y su futuro. ¿A eso te referías? ¿A qué otras prácticas heterodoxas?
¿Es decir que la persona no regresa desde su inconsciencia al pasado a rescatar aquellos momentos que no recuerda?
Por mí estaría toda la semana explicándote esto, pero en pro de que los lectores no se aburran, voy a tratar de ser sintética. El paciente viene con un conflicto del presente, ese conflicto no puede ser resuelto debido a que en su infancia u adolescencia no adquirió los elementos que le permitirían resolverlo ahora. Por ejemplo, las primeras histéricas a las que atendía Freud eran mujeres que no tenían muy elaborado el tema de la sexuación, de su ser mujeres, del deseo sexual. Era algo que les estaba vedado, entonces al encontrarse con ese deseo de adultas, no podían entender demasiado lo que pasaba (si algún analista me lee, disculpas por el acto de carnicería que acabo de cometer intentando simplificar).
 Entonces, sí se trabaja con el pasado, pero para que el paciente pueda empoderarse en el presente frente a decisiones que debe tomar. Freud decía «El neurótico enferma para no decidir».
¿Sí son regresiones inconscientes o no? O sea, ¿La persona está en una especie de «trance»?
No no, esa es una idea muy común en los ámbitos religiosos, pero no es así. Lo que tenés delante tuyo cuando el pasado aparece es el niño que apareció allí, no está en trance, eso sería hipnosis y en Argentina está prohibido por la Fe PRA (Federación de Psicólogos de la República Argentina). Freud abandonó la hipnosis en 1900 porque era demasiado mística, él mismo reconoció que era una cuestión pseudo mágica y esotérica, y él en un afán de construir una teoría científica la desechó.
El paciente se quiebra, recuerda, llora, se enfurece. Aparecen las emociones que fueron reprimidas y logra elaborar este recuerdo, pero no entra en trance. Eso supondría un lugar de amo. Esto Lacan lo trabaja muy bien, en el sentido de que un analista de verdad se debe ir corriendo del lugar de Amo-Persona que tiene el saber.
El paciente cuando llega cree que nosotros lo vamos a curar, que nosotros le vamos a decir qué hacer. El arte del psicoanálisis consiste en que el paciente vaya virando hacia sus propios recursos, y su propio discurso; dentro de ese discurso, empieza a aprender a reconocer las posiciones subjetivas que aprendió en su infancia y que hoy lo hacen sufrir, para que ya no quiera más eso. Es algo muy parecido a lo que Jesús hacía, si bien no con el pasado, pero interpelando los recursos de quien llegaba «¿Qué está escrito? ¿Cómo lees?».
¿Existen los demonios y espíritus malignos?
¿Cómo pasamos de la técnica analítica a los demonios? (Risas). No creo en el demonio ni en el infierno como lo hace el protestantismo clásico. Creo que existen conflictos políticos en el universo (si existen acá en la tierra, ¿por qué no fuera de ella?), dentro de los cuales estamos implicados sin saber. Si alguna vez has leído lo que les hacen a las chicas que caen en las redes de trata, es muy difícil pensar que no hay una fuerza muy oscura que no es nada impersonal. Parece haber intencionalidad y maldad, más allá de las personas. Con una ideación sobrehumana. Me resisto a creer que el ser humano solo es capaz de tales cosas. Pero creo que estas expresiones de maldad se curan dando afecto y estando al lado de la persona, no a la manera de «El Exorcista» ni ninguna de esas películas locas. No creo que el diablo sea un ser rojo con cola y tridente.
¿Qué crítica se le podría hacer al adventismo?
Estoy asqueada del machismo, actualmente en Sudamérica las mujeres no pueden ser pastoras. Y nuestro presidente tiene actitudes cada vez más despóticas. Ahora pretende que las uniones que sí ordenan pastoras pidan perdón por haber avanzado sin el consenso de África y Sudamérica (quienes se niegan por su tradición católica en un caso y por su pasión colonial en el otro). Pretende sancionarlas y echarlas de la denominación. Si las echan a ellas, yo no voy a asistir más a ningún templo de la División Sudamericana. No tolero más este machismo.
Todo lo anterior es efecto de estructuras verticalistas, autoritarias y muy patológicas que generan violencia sobre todo de género. El autoritarismo se respira todos los días, pero esto no tiene nada que ver con las doctrinas, eso es lo más curioso; Sin embargo si sos morocho, mujer, o simplemente te atrevés a pensar distinto, sobre todo en Sudamérica, has firmado tu sentencia de muerte. Como verás, mucho progresismo en algunas áreas, mucha cuestión retrógrada en otras.
¿Qué mensaje se podría transmitir a aquellos cristianos que rechazan el psicoanálisis o incluso la psicología como herramienta efectiva para ayudar a las personas?
Primero que nada, que los quiero y los respeto igual. Eso creo que es primordial si queremos tener vínculos al estilo de lo que Jesús hacía. En un Espíritu de amor. Les diría también que me parece respetable, pero que no molesten a quienes quieran buscar nuestra ayuda. Les pediría que sigan el consejo de Pablo de no intentar que el otro se rija por la conciencia de ellos. Que sigan a Lutero en la pista del sacerdocio universal de los creyentes y el derecho de cada uno a interpretar por sí mismos las escrituras. Y que si desean material para leer para tomar una decisión al respecto o hablar conmigo sobre eso, estoy a su disposición.
 Por: David A Gaitán
Twitter / @dabycito
Facebook / DavidGaitanR

2 comentarios en “¿Psicoanalista cristiana? Entrevista con Ivka Itzak

  1. Gracias por la entrevista. El discurso de ella incluye elementos muy interesantes y otros que no comparto, pero aun así sigue siendo un aporte para poder esclarecer varias cosas y ampliar la mirada sobre la opinión de otras personas.

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