Greenleaf: La desnudez de nuestras familias pastorales

Opinión | Hace algunos meses la plataforma de broadcasting Netflix me recomendó una serie que despertó mi curiosidad por la temática que abordaba, los dramas familiares alrededor de los líderes y pastores de una mega iglesia en los Estados Unidos. Dejé guardado el título en mi lista hasta que algún tiempo después me dejé seducir por la historia que me atrapó de inmediato tras la conversación con un influencer cristiano amigo que me la recordó.

Una producción de primera calidad técnica y argumentativa, producida por la famosa líder de opinión estadounidense Oprah Winfrey, reconocida por sus talk show en horario prime de la televisión norteamericana. No podía ser de otra manera. La verosimilitud de esta serie es francamente impactante. los diálogos están muy bien logrados, el argumento pertinentemente sustentado y las asociaciones litúrgicas tan bien construidas, que no cabe la menor duda que quien está detrás de los guiones, tuvo que vivir en primera persona las situaciones que se ocurren en medio del contexto eclesiástico evangélico.

Del profesionalismo y la utilidad del ‘periodismo cristiano’

Cada vez que pienso en el profesionalismo, la pertinencia y la utilidad del periodismo cristiano, si es que dicha categorización fuese posible de algún modo, recuerdo que el oficio del comunicador en el mundo evangélico se ha confinado a la sección «noticias del espectáculo y entretenimiento» de los noticieros rancios de televisión nacional.

Me explico. En Colombia, los telenoticieros han destinado un pequeño espacio al final de cada emisión, con el propósito de presentar allí las noticias relacionadas a los acontecimientos y chismes del mundo del espectáculo y la farándula nacional e internacional. Nuevos amoríos o divorcios de las estrellas, lanzamientos discográficos, estrenos de películas, romances detrás de cámaras, los adelantos de la última telenovela y  las posibilidades de las candidatas en los reinados de belleza, ocupan estos minutos día a día.