Respuesta del Dr. Alfonso Ropero al boicot promovido por Will Graham

Después de que cada cual ha dicho todo lo que le ha dado la gana decir sobre uno de los temas más polémicos y candentes de nuestros días y en nuestro medios, llega el momento de hacer algunas puntualizaciones por mi parte como persona aludida, y yo diría difamada. Soy consciente que aunque algunas personas parecen ser alérgicas a los matices y quisieran ver condenaciones generales, donde las que hay son particulares. Pero en el matiz, en la exégesis puntual está la clave de muchas proposiciones.

Empecemos por Sodoma. En el mismo diccionario hay un artículo mucho más extenso sobre ese tema que puede ayudar a ver la variedad de opiniones en el mundo judío sobre el pecado de esta ciudad, que van desde la violación de la hospitalidad a la lujuria sexual. Inspirados en la literatura pseudoepigráfica de la época del Nuevo Testamento, 2 Pedro y Judas 6-7 dice: Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, mas dejaron su habitación, los ha reservado debajo de oscuridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran día: Como Sodoma y Gomorra, y las ciudades comarcanas, las cuales de la misma manera que ellos habían fornicado, y habían seguido la carne extraña, fueron puestas por ejemplo: sufriendo el juicio del fuego eterno” (JBS, BLA, NBLH). ¿Qué es eso de la “carne extraña”, que otras versiones leen “inmoralidad sexual y vicios contra la naturaleza” (RV60, NVI)? Judas menciona el caso de los ángeles que no guardaron su dignidad, haciéndose eco del pseudoepigráfico Libro de Enoc y otros escritos contemporáneos que identifican a «los hijos de Dios» con los ángeles, los cuales dejaron el cielo, se unieron a mujeres terrestres y engendraron con ellas a los gigantes. Así, muchos eruditos bíblicos, bastante ajenos a la ideología de género, creen el pecado de Sodoma, y el resto de ciudades fue de “lujuria contra la naturaleza”. ¿En qué sentido? En que se prostituyeron y marcharon tras “carne ajena”, como los ángeles. De modo que Judas interpretaría la narración veterotestamentaria en el sentido de que el peor delito de estas ciudades lujuriosas consistió en que los habitantes de ellas quisieron poner sus manos sobre los dos ángeles que habían ido como huéspedes a casa de Lot. Los ángeles se habían prostituido con mujeres terrestres, los hombres querían prostituirse con ángeles (Alois Stöger). No le pido al Sr. Graham y adláteres que admitan esta interpretación, solo que la tengan en cuenta, y que consideren que la cosa no es tan simple.

En el artículo en cuestión, página 1199, primera columna, se afirma categóricamente que el pueblo de Israel condena taxativamente la relación homosexual (Lv 18:22; 20:13), y se detallan las razones, que vendrían a ser las mismas que muchos hoy siguen manteniendo. Con esto quiero decir, que dicho artículo en ningún momento justifica las relaciones homosexuales.

Cuando digo que en “en Jesús hay un ausencia de referencia las actividades homoeróticas”, me limito a constatar un hecho, sin que eso suponga la aprobación de Jesús de tales relaciones, caso de tener noticia de ellas. En el caso del siervo del centurión, digo que “ha dado que pensar”, de ningún modo pretendo hacer una afirmación categórica, dogmática, que ese siervo tuviera una relación íntima con su superior, a pesar de lo cual fue sanado, por la fe del centurión. Así que, cuando el Sr. Graham, afirma “la implicación natural sería que Jesús aprobó la supuesta relación homosexual entre el centurión y su criado amado”, eso lo dice él, no este servidor, porque ya aclaro en el mismo artículo que la “implicación natural” es que Jesús “demostró mucha libertad frente a las costumbres de su pueblo” (página 1200, segunda columna), ¿o no es verdad? Eso no significa que Jesús aprobara la prostitución, el cobro de impuestos y sus abusos, etc., aunque se relacionara redentoramente con personas implicadas en estos actos.

En un serio y respetuoso estudio de Daniel Caballero, “¿Sanó Jesús al amante homosexual del centurión?” (https://semperreformandaperu.org/2017/12/04/sano-jesus-al-amante-homosexual-del-centurion-por-daniel-caballero/) tira de la filología griega, pero consciente o inconscientemente la convierte en una cortina de humo para anular el trabajo de los autores que critica, a saber: Pikaza y Valdés, a mí me mete entre ellos, pero yo no les llego ni a la suela de los zapatos. Ni tampoco comparto la conclusión que el Sr. Caballero saca por su cuenta: “De acuerdo a la interpretación de estos autores, no solo es la voluntad del Señor de sanar a todos, sino también la aceptación de una relación activamente homosexual como parte del Reino de Dios. Esta es la interpretación que conocidos autores españoles como Xavier Pikaza, Alfonso Ropero, Ariel Álvarez”. Lo dicho, de Alfonso Ropero no se deduce tal cosa, ni creo que la encuentre en ninguno de mis escritos. Cada cual tiene que ser juzgado por sus afirmaciones, y no atribuirle las ajenas, en caso de que sean como usted refiere. Y, sobre todo, por favor, usted que es hombre estudioso, Sr. Caballero, no atribuya ignorancia a hombres, como poco, tan estudiosos como usted. Ellos saben de sobra que la palabra páis, como usted muestra en un alarde erudición, tiene el sentido inmediato de “joven” e “hijo”. Pero mire usted, el significado de una palabra corresponde a lo que dice oficialmente el léxico, y también el “uso”. Los filólogos saben de sobra que el significado de cualquier vocablo vivo, está tanto en la etimología como —y mucho más— en uso que se le da. Así, Álvarez Valdés puede afirma que “existe un tercer sentido de la palabra “páis” (muchacho), conocido gracias a los estudios de la literatura clásica, y es el de “amado” o “favorito”. Se lo llamaba “muchacho” afectuosamente, aun cuando fuera adulto”, y cita a historiadores griegos como Tucídides (s.V a.C.), Jenofonte (s.IV a.C.), Calímaco (s.III a.C.), Polieno (s.II a.C.) y Plutarco (s.I). Ciertamente que el centurión “quisiera mucho” a su páis, no nos demuestra que su querer fuera “ilícito”, pero ahí yo no entro.

El caso de los “eunucos”, que tanto asombra al Sr. Graham, es precisamente uno de esos textos “duros” de labios de Jesús. El eunuco estaba excluido de la comunidad santa de Israel (Dt 23:1), la verdad es que hasta el hombre soltero o célibe estaba mal visto, pues el no procrear iba contra primera ley dada al hombre al principio de la creación. Pues bien, Jesús afirma con toda claridad que hay tres clases de eunucos. La primera, la natural, la del que nace así desde el vientre de su madre. La otra es impuesta, la tercera es simbólica. El eunuco es el “invertido” por naturaleza, o el “castrado” a la fuerza. A pesar de esto, Jesús no tiene ningún reparo en utilizar la imagen del eunuco como un ideal del hombre entregado al Reino de los cielos (Mt 19:12). Por eso, como dice M. Gruber, esta frase es probablemente uno de los logia auténticos de Jesús, a los discípulos no se les hubiera ocurrido ponerla en labios de Jesús. Sólo lo transmite Mateo. No fue fácil de entender en su día. Como acabo de decir, el eunuco era un castrado, o un invertido. Jesús escogió este ejemplo, no para justificar a tales personas ni las prácticas relacionadas con ellos ¡válgame Dios!, sino en lo que representaban de personas liberadas de la lazos matrimoniales, dedicados exclusivamente a una función de servicio. El eunuco, simbólicamente entendido, vendría ilustra el heroísmo de quienes siguen las enseñanzas de Jesús en toda su radicalidad, quienes por razón del evangelio se mantienen totalmente célibes. Aquello debió chocar mucho. En la comunidad primitiva, el celibato no era ningún ideal. Había corrientes célibes en grupos judíos, pero en el judaísmo, por norma general, se rechazaba. De este ejemplo no se deben deducir cosas impropias, sino la libertad y novedad de Jesús sobre muchas cuestiones polémicas.

El resto de textos que aduce el Sr. Graham: 1 Corintios 6:9-10 o 1 Timoteo 1:9-10, nada que decir, pues parece que a él no interesan los matices. Está en todo su derecho, pero entonces que no saque deducciones por su propia cuenta, como cuando afirma: “El doctor Ropero nos enseña que lo que la Biblia condena es la opresión homosexual, no la homosexualidad tal cual”. Creo que está demostrado que no hay homosexualidad tal cual, sino diferentes tipos de homosexualidad, que deben ser analizadas teológica y pastoralmente —de nuevo los matices—, para no confundir el reino de Dios con el reino de los talibanes, lo digo por los que mantienen que la homosexualidad es una pecado que hay que condenar con la pena muerte (que es muy bíblico, por lo menos en el Antiguo Testamento). Lo que sí puedo afirmar taxativamente es que un día se abrirán los libros que registran las obras de cada cual (Ap. 20:12), y que los que se acuestan con varón como si fuera mujer, que los adúlteros, los pederastas, los ladrones, los violadores, los mentirosos y los idólatra, los que levantan falso testimonio… serán arrojados al lago de fuego.

Mientras tanto, aprendamos el secular principio de la teología cristiana: antes de condenar la proposición contraria, hay que salvarla. Es decir comprenderla, entenderla por lo que dice y por lo que niega, en una palabra, ejercitar un poco el intelecto en el amor.

Por: Alfonso Ropero
Cortesía
(Sin Edición)

 

 

 

 

 

6 comentarios en “Respuesta del Dr. Alfonso Ropero al boicot promovido por Will Graham

  1. Escribe aquí Daniel Caballero. Sr. Ropero, agradezco la respuesta aquí. Quisiera mencionar ante todo que no pretendo hacer alarde, soy un estudiante al lado de usted y de figuras como Pikaza o Ariel Alvarez, quienes me doblan la edad. Lejos este de mi tal cosa. Más aun, mi campo de estudios son estudios históricos, en estudios bíblicos soy poco más que un aficionado. Escribo con respeto, y en relación al articulo y la Exegesis del Centurion Romano y su Esclavo.
    Debo, por otro lado, concederle el valor de la crítica en relación a que la premisa (Ariel y Pikaza) no necesariamente sigue a la conclusión de (Ariel, Pikaza y Ropero), en relación a este punto particular de la conclusión. Es cierto. Mas no en las premisas. Con su permiso publicare la respuesta aquí dada en el blog Teología para Vivir, con esta respuesta como un post-addendum. En relación a la exégesis de ‘país’, estoy consciente que la definición de una palabra de deriva primariamente del uso de la misma. No pude, sin embargo, corroborar ninguna de las fuentes de Pikaza, Ariel. Los primeros dos mencionan, como usted lo dice, a Tucídides (s.V a.C.), Jenofonte (s.IV a.C.), Calímaco (s.III a.C.), Polieno (s.II a.C.) y Plutarco (s.I).
    Sin embargo, después de cotejar en 25 de los mejores léxicos exegéticos, clásicos y patrísticos, así como journals académicos, no pude encontrar ninguna evidencia del uso de país mencionado. Menciona ‘estudios de la literatura clásica’, pero no menciona cuales. No digo que no exista, sino que hay evidencia, al menos publicada, de dicha afirmación.
    Por ello en el artículo se menciona: “No dudo que quizá exista algún léxico donde se mencione dicha acepción de la palabra, pero hasta ahora me ha sido imposible encontrarla.” También “Uno de los puntos principales de apoyo de la exegesis… es que, en ciertos contextos, de acuerdo a ellos, la palabra griega ‘pais’, traducida normalmente como ‘siervo’, se debe traducir como ‘amante’. Sin embargo, no proveen evidencia textual, filológica, ni histórica para probar su punto.” Esto es cierto. No he podido encontrar ninguna referencia de dicha afirmación en sus escritos. Facilitaría mucho si se brindan los pies de nota para poder leerlos en contexto e idioma originales, y poder objetar o verificar dicha conclusión.
    Particularmente en una interpretación contraria a la dada por la Iglesia por 2000 años, desde Catena Aura, pasando por la Reforma y actualidad, y en un asunto tan controversial, se debe ser in-misericordiosamente cuidadoso. Las pruebas, si es que tales existen, deben ser abrumadoras y bien reconocidas para ir en contra del consenso global. Es, en el mejor de los casos académicamente poco cuidadoso, y en el peor, tendencioso. Usted también menciona este tercer uso de ‘pais’, tanto en la primera como en la segunda edición de su artículo, pero tampoco brinda referencias. Ayudaría mucho si brinda la referencia a dicho léxico o publicación y no solo que Jenofonte lo menciona en algún lugar. Y aun si lo hace, esta misma está abierta al escrutinio e interpretación antes de poder dar por sentado un ‘tercer uso’, que según parece, parece habérsele pasado por alto en léxicos a los mejores eruditos clásicos de todos los tiempos, a excepción del Dr. Pikaza y Ariel. Peor aun, aun si estan en lo correcto, y es este el uso de país, el pasaje no solo justifica la homosexualidad, sino también la pederastia y pedofilia al ser el criado en cuestión innegablemente un mancebo, poco mas que un niño.
    Por último, en relación al pasaje antes mencionado, Hanks le da primacía a la crítica de fuentes por sobre la crítica de formas y la crítica textual. No dudo de su sapiencia, pero esto es un error. Critica de Fuentes no tiene la última palabra cuando la evidencia de la Critica de Formas y la Textual están en contra. Tampoco pude verificar su hipótesis con respecto a ‘Q’. [Ver, ‘The Criticial Text of Q: 7:7’, en James McConkey Robinson, Paul Hoffmann, and John S. Kloppenborg, The Critical Edition of Q: Synopsis Including the Gospels of Matthew and Luke, Mark and Thomas with English, German, and French Translations of Q and Thomas, Hermeneia—a Critical and Historical Commentary on the Bible (Minneapolis; Leuven: Fortress Press; Peeters, 2000), 110–111.]
    El hecho de que me doblen en edad, su erudición, etc. hace que diga estas palabras con cuidado y respeto. Pero el hecho de que se esté tocando un tema tan controversial y vital para la Iglesia, con posibles repercusiones tan nefastas hacen que afirme la conclusión en ese pasaje: Su exegesis es errada.
    Muchas gracias por su respuesta. Que el Señor le bendiga,
    Daniel Caballero, (Lima, 07 Diciembre, 2017)

  2. Es un tema interesante pero es evidente que no muchos han entendido el evangelio. Es evidente entonces que no todos son creyentes verdaderamente. Independientemente de eso creo que las cosas se dicen tal y cómo son. Al pecado se llama pecado. Esto también es un acto de amor hacia el pecador hacia el inconverso porque por algo Cristo murió en la cruz. Si tan solo pudiesen entender el significado tan profundo de esa muerte, si tan solo pudiesen hacer eso y si tan solo le pidiesen a Dios entendimientos y sus razones sobre lo que ocurrió en el calvario, creo que dejaríamos de hacerle caso a tanto inconverso que por más eruditos que puedan ser, solo llegan a confundir a los creyentes y las diferentes personas y debemos ser claros para explicar que TODOS! necesitan arrepentirse y tener fe en la obra perfecta que hizo el Señor JesuCristo. Por algo la apostasía sigue creciendo demostrando la verdadera cara de las iglesias. Deberíamos predicar el evangelio de JesuCristo y dejar de confundir a las personas con pensamientos erróneos. Comparar a JesuCristo y sus palabras (toda la Biblia) con las de cualquier otro para justificar o tratar de explicar una doctrina bíblica es un error. La Biblia y el Espíritu Santo son suficientes para comprender la palabra de Dios. La clave está en la palabra de Dios, en entender que Él es Justo y no puede perdonar ninguna clase de pecados sin hacer justicia (castigar el pecado) y para perdonar al pecador tuvo que derramar ese castigo sobre su Hijo a fin de que Dios sea Justo al justificar al pecador, no hay otro medio de salvación, ni por obras, ni por doctrinas y filosofías torcidas ni hacen le busquen mil significados para justificar el pecado.. Por eso mensaje es «Arrepentíos y creed en el evangelio» y no: «tuerzan la palabra para justificar doctrinas chuecas». Creo que debemos dejar de escuchar voces que no vengan de la biblia sino pedir siempre en oración a Dios para que Él nos escuche y guíe. Debemos consultar en personas externas? si, pero no para explicar la biblia porque los pensamientos que no viene de la palabra de Dios no viene de Dios. Debemos dejar de dar tantas vueltas al asunto y predicar el evangelio. Seremos juzgados. Creo que siempre debemos de tratar de ser los más claros posibles, como si se predicara para niños, porque debemos exponer la palabra de Dios con sencillez pero con honestidad, duele pero es directa y necesaria.

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